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sábado, 5 de noviembre de 2011

Las adivinanzas de Imanol Rates

En 1982 Imanol Rates compuso la primera de una larga lista de sinfonías que terminaría por llegar a mis manos en formato vinilo hace unos meses, una especie de remasterización que encontré bastante apetecible obtener gracias al precio y a la recomendación de mi tía. No tengo tocadiscos, pero sí un recuerdo lejano de desempolvar en la casa del pueblo uno que pertenecía a mi madre y que con la mudanza de hace unos años apareció de no sé sabe dónde. Con mi nuevo vinilo y mi recuerdo cogimos el coche el pasado fin de semana con la intención de llegar a aquella casa, encontrar el reproductor y probar suerte -no había nada claro en cuanto a si funcionaría o no-.

En 1998 Imanol Rates fue uno de los premiados con el 'Gordo' de la lotería de Navidad, con el número 21.856, comprado en Gipuzkoa. De pequeño se levantaba cada año y pasaba la temprana mañana del veintidós de diciembre frente al televisor, ansiando el momento que cambiaba la monotonía del canto de aquellos niños de San Ildefonso por un abrumador suspiro, entusiasmo. La del año 98 fue diferente. No había calor frente a la chimenea, pero el ambiente del salón en el que se encontraba estaba cargado. Unos diez meses antes, Imanol había firmado junto a unos trescientos entusiastas más el Manifiesto por la Democracia en Euskadi. La mañana del veintidós, frente al televisor, ante el suspiro anual de ánimo, sintió la fugacidad del premio, la risa tonta de la perversión, el cáliz de la venganza fría, la miel helada del éxito.

El tocadiscos estaba en un estado admirable. Colocado el disco, comenzamos a tomar el control del volumen. Imanol Rates tituló a esta primera sinfonía 'Intrépida' y fue ideada como una introducción de todo lo que escribiría posteriormente. El suelo estaba frío, y es que nos sentamos en él a escuchar las notas reverberar contra las mullidas paredes, y es que el tiempo las había vuelto, de rotas, cómodas e irregulares, huecas de alma libre, de vidas francas.

Imanol Rates fue llamado a declarar la mañana del veintidós de diciembre de mil novecientos noventa y ocho. De joven formó parte de la ya extinguida Jarrai y su vida no siguió otro cauce que el que le llevaría a tomar como referencia de su vida los días, meses, años entrando y saliendo de juicios y prisiones. Compuso 'Intrépida' en la cárcel. De la magia de aquellos sonidos que escuchábamos brotaba también la lucha por la construcción nacional, el socialismo, el descanso en paz.

jueves, 20 de octubre de 2011

Nota 1: comprar rosario para la abuela

He de reconocer que creo en Dios. Acabo de llamar a mi amona. Sí, amona, alguien ha recordado el gusto por el euskera. Mi amona dice que cada día ve la misa televisada de las doce. Qué sería de ella sin el cada día, que sería de nosotros sin ella y que sería de nuestro cada día sin sus oraciones. No habríamos llegado lejos, no lo habríamos hecho, por supuesto que no. Sea ella quien decida el tono de la orla. Sepia, b/n o color, que lo decida ella, va para ella.

Y es que ya han vuelto. A lo lejos se ve cómo se acercan los fríos días de invierno y echando la vista atrás uno ve que fue feliz. Hoy está solo, hoy no hay magia. Que putas ganas de llorar aun teniendo todo lo que deseé en la vida y es que, reconócelo, lo querías. Pide un deseo y apaga las velas, y siempre el mismo deseo, hecho ahora realidad, y nos está haciendo muertos.

Con el paso de los años sigues encerrado en el mismo sitio. Sigues enamorado de una vida que estás a punto de conquistar pero que no llega a quedarse contigo. Qué queda del niño que se levantó una mañana y saboreó el compromiso fiel a uno mismo, a querer ser la persona que había descubierto ser. Me estoy muriendo de no poder amar de la manera que me gustaría a la persona que decidió compartir su vida con la mía.

Amona, reza por mí, por el examen de mañana, y porque la vida vuelva a tener color.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

3MSC o prohibido estar tantos días sin vernos

Te pones a recordar lo que es besarle. Lo que es ver su sonrisa. Te coge de la mano y te dejas guiar, vas a ciegas a un gran mundo de pequeños detalles que hacen que un salón minimalista a oscuras se convierta en la sala de fiestas de un palacio. Entre tus calzoncillos de abuelo y su camiseta del revés hay magia, y en vuestras cabezas suenan melodías similares, estáis bailando el mismo sueño. Te emociona demasiado, y tú eres de los que esconden mal lo que siente.

Para cuando no hay miradas fijas, tienes su mano atada a la tuya, que te acompaña en cada lágrima y en cada sonrisa. Para cuando tus ojos se cruzan con los suyos es imposible desclavar la mirada, te ha hecho preso, eres suyo, y lo serás por siempre que él quiera. Quién te seca las lágrimas. Está a tu lado, siempre lo está.

Sientes estar al lado de un gran hombre, cuando en la noche te aferras a él en la cama, no pudiendo dejar de mantener el contacto. Lo abrazas, te abraza, os dais la mano. Hemos ido demasiado lejos, no parece ser justo lo que sientes dentro, bonito es quedarse corto, amor se acerca.

Y cuando sale lo que tienen dentro, dejando a un lado el parafrasear vuestra nueva película favorita juntos, volvéis a hacerlo, superando cualquier referencia que tuvierais. Os alzáis al desafío y os sentís triunfadores de estar al lado de quien os está haciendo feliz. Así lo siento. Así te quiero.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Love days y la sensación de que cada día es especial

Que alguien llene de emoción tu mundo. Eso es algo que, cuando te sucede, hay que agradecer. Hay que hacerlo porque te supera, porque te pierdes en unas aventuras soñadas que ponen los pelos de punta. Sentir y notar que te está sintiendo, coger su mano, agarrar la piel de su brazo a punto de pellizcar de la obsesión que te llevaría a comértelo. Ser el que pasea a su lado mientras te hace perder la noción del tiempo y del espacio. Trocear los sueños para hacerlos realidad en días eternos junto a él. Trocearlos, porque a veces da miedo saber que podrás ahogarte en él... y deseas eso. Le deseas y pides en silencio que te mire con esos ojos que te tranquilizan, te protegen y te hacen suyo. Te rindes a la libertad de saber que lo que él elija para ti será, más que lo correcto, lo mejor. Porque intenta entenderte, a cada paso, a cada tropiezo, a cada respiración. Es esa persona especial que te hace llorar de felicidad. Haz la lista de cuántas personas te han provocado eso. Sólo él. Y en ese momento te corresponde darle todo lo que tengas, disfrutando de esa manera de compartir que no tiene límites, cediendo todo a su favor, porque eso es lo único que vuelve a hacer correr la sangre por tus venas. Y ahí... lo besas sin que se lo espere. Como aquel primer beso para callarle, iniciador de los tantos otros que vendrían a acabar de enamorarme.

martes, 28 de septiembre de 2010

más vídeos de amor que veo las noches que no estoy contigo

Eramos de serie. En realidad, lo somos. Incluso a veces de película. No hemos inventado nada, sólo hemos descubierto algo muy antiguo. Enamorarse y amar. La noche de ayer la pasé viendo capítulos de El Internado. Posiblemente ahora preferirías un vídeo de One Tree o Skins, que los hemos visto todos millones de veces (y volveremos a hacerlo). Yo tampoco me imaginé cuando te conocí todo lo bueno que iba a compartir contigo, así que por qué no, unos minutos de El Internado.




domingo, 26 de septiembre de 2010

Prométeme

Prométeme que todo va a salir bien.
Prométeme que todo va a salir bien.
Prométeme que todo va a salir bien.
Prométeme que todo va a salir bien.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Mecano cantaba al 7 de septiembre

Anoche fue uno de los días más felices de mi vida. Y hoy lo he vuelto a perder.

domingo, 15 de agosto de 2010

Respira. Un, dos. Tranquilo. Un, dos. Ahora abrázale. Intenta no llorar para que no se ponga triste él también. Inténtalo. Sepárate muy poco, lo justo para rozar tu mejilla contra la suya. Sigue hasta acercar tus labios a los suyos. No corras, sólo siente. Ámale. Hazle el amor con un beso. Tranquilo. Un, dos. Intenta no llorar tanto. Deja a tus manos recorrer sus brazos, su pecho, su cuerpo. Sepárate un poco más, mírale a los ojos. Siente que estás viendo lo más bonito que vas a ver en tu vida. Lo sabes. Lo estás notando. Sé su compañero. Dile con los ojos todo lo que sientes. Él también tiene que estar sintiéndolo. Él también ama. Hazle estar tranquilo. Un, dos. Respira. Un, dos. Busca su mano. Apriétala. No le dejes solo. Acaríciale el pelo, agárralo. Trágate las lágrimas que te llegan a tus labios. Seca su mejilla. Desea su felicidad.

jueves, 12 de agosto de 2010

no quiero no estar a tu lado

me moriré de ganas de decirte que te voy a echar de menos