ESTE BLOG ES DE CIENCIA FICCIÓN

jueves, 18 de marzo de 2010

Cómo el tirano se convirtió en flan.

Nada resultó ser lo que era. Tú no tendrías dieciocho años por siempre y no tardarías en dejar de ser otro más. Te mereces que escriba sobre ti. Te mereces los planos de la casa de la playa. Y te mereces que te trate como Único. Como mi único y como mi todo. Porque a ti se te ocurrió sacar de la pantalla todas aquellas escenas de películas que vimos juntos. A veces incluso me dejaste quedarme dormido viéndolas, dormido a tu lado. Contigo hablo de igual a igual -esto lo disfruto mucho. Y cuando no te das cuenta te respeto, y te admiro. Porque cada vez que te miro en silencio te recorro con los ojos y te noto, noto el misterio que tienes y envidio la vida que te mereces. Me gustaría darte lo mejor que tengo, y eso es lo que intento. Yo pocas veces dudo de mí, lo reconozco, pero es que, en cuanto a ti, estoy seguro. Tergiverso mi realidad y mi futuro porque tengo ambición desmesurada, pero tú haces que la ambición y los deseos, los pequeños sueños, estén todos los días. Tengo muchas ideas de cómo quiero vivir en diez años, pero hoy tú eres mi realidad. Y mi sueño.

Llegamos a conocernos de casualidad. Lo nuestro es 'la casualidad más grande del mundo'. Y desde entonces nada es igual a como era antes. Lo nuestro es desayuno con leche en 'The Beatles' y vamos a descansar un rato. No hay otro a quien pueda quedarme abrazado así. Mi brazo tiene la proporción y las medidas exactas para descansar sobre tu pecho y que, cuando te des la vuelta, pueda agarrarte sin más. Lo tuyo y lo mío es generoso. Tienes la capacidad de hacerme daño como nadie ha podido hacerme nunca y, sin embargo, sólo me das placer y alegría. Es mentira que despertar y ver el sol signifique que va a hacer buen día. Lo grande es los domingos que amanecen nevados a tu lado.

Te voy a dejar un rato descansar, que compres galletas y nos volvamos a besar.

domingo, 14 de marzo de 2010

Mi último plan de sábado o la mejor manera de despertarse un domingo

[Se aconseja ver el vídeo mientras suena 'Come pick me up' de Ryan Adams en el reproductor adjunto de este blog]



Lo bueno de que tu pareja sea del mismo sexo es la facilidad para utilizar su ropa. Quedar con una de tus mejores amigas a media tarde para tomar un par de copas. Llevar en una bolsa una botella de vino blanco porque después vas a cenar a casa de tu novio. Pasar toda la noche mirándole comprobando que lejos está de resultarte desconocido. Despertar a la mañana siguiente y ver lo feliz que eres en el rincón de la cama que ha decidido compartir contigo. Añade al comienzo de este plan un paseo por la Gran Vía de Madrid y, chico, tú eres de los listos.

viernes, 12 de marzo de 2010

Cuando empiezan esos 'abrázame cinco minutos y ya me voy'.

'Ésta va para el pequeño Daroqui'. No hubo ninguna sorpresa tras la lectura del testamento. La tutora de Daroqui cogió aquello y se despidió de la familia del difunto. Salió de los juzgados y cruzó la calle hasta entrar en el parque. Agarró a Daroqui de la mano, pidió un taxi y se fueron a casa. Al llegar lo llevó a la nueva habitación de los juguetes y, a los pies de la cama, le dejó aquella pequeña herencia, sin haber habido en ningún momento un ápice de curiosidad.

A Daroqui le gustaban las adivinanzas, los puzles, acertijos, los secretos y los misterios. Se acercó a la cama y se puso a oler aquel regalo póstumo. Era una pequeña cajita de madera de pino y no tenía ningún tipo de grabado. Tampoco tenía cerradura, lo que inquietó a Daroqui molestándole que no le hubieran puesto ningún tipo de dificultad para acceder al interior. Las cosas que resultan fáciles, sencillas, las relaciones y los capítulos en los que no hay tramoyas mal configuradas... resultan absurdas, irreales y casi siempre son plato de gusto para todas las hienas que no creen en la suerte.

Daroqui abrió la caja. Y la cerró al instante.

Daroqui había perdido a sus padres y no le gustaba que nada se lo recordase. Ni siquiera ellos. Se trataba de una caja de voces. En su interior había grabaciones de frases simples, naturales y espontáneas. No había cosas como 'hoy que cumples dieciocho estás preparado para perder la virginidad' o 'lo que tienes que hacer si te pegan en el colegio es intentar besarle en la boca, te llamará maricón, pero saldrá corriendo'. No había nada de eso. Las voces de la caja de voces reproducían risas, onomatopeyas, giros de lo más amanerados, y parecían contextualizarse en situaciones cotidianas, de los más monótono, de lo más eterno.



la caja de voces también tenía vídeos

lunes, 8 de marzo de 2010

Habemos de serlo y las formas libres de escribir, hablar y amar.

Debemos de ser valientes. Hay que ser hasta algo bizarro para atreverse a hacer lo que estamos haciendo. Cerramos ciclos, que volvemos a empezar una y otra vez, al menos yo lo entiendo -siento- así. Acaba y empieza todo, y se denota como un culmen cada vez que me quedo dormido a tu lado. El clímax se invierte y a veces viene dado por el sexo o simplemente por notar caer tu cuerpo sobre el mío y quedarnos así, apagado el tiempo, a millones de años luz de este espacio, creando una nueva era. No sé explicar cómo lo conseguimos pero es algo que va más allá de cualquier artificio humano, es poético, misterioso, irascible para los que no nos entienden, abrumador. Es total.

De Vitruvio nacía el concepto de euritmia, como esa condición de la arquitectura que deja enamorado al ojo inteligente sin que pueda explicar las razones de su enamoramiento. Y es que, sin saber cómo, ya ha pasado. Está pasando. Algo ha tenido que ocurrir para que vea en ti la relación ideal entre los aspectos de tu personalidad que buscaba, sin saber concretamente cuál quería, en un hombre. Estoy hablando de que he visto antes unos ojos bonitos, he pasado cenas agradables, me he divertido con otros... pero, y esto es lo que cuenta, ninguno lo había acaparado todo y, cuando lo has hecho, ha sido de la mejor forma que podía imaginar. Hay cosas contigo, y no puedo evitar que esto suene a parafrasear 'Requiem por un sueño', que cuando las haces o las dices tienen sentido, lo tienen de verdad.


una semana después de haberte conocido volví al mismo lugar

lunes, 1 de marzo de 2010

El arder y los chicos que piden Martini seco.

Me gusta el olor a cerilla quemada. Las cojo de la caja que te dejaste en mi casa. La caja, a la que todavía le queda la mitad de las cerillas, está en el cajón izquierdo de esta mesa. Junto a mi caja de rotuladores gordos, la cuarta temporada de 'The O.C.' y el papel de liar. Nunca dudé que ese era su lugar. Contigo no dudo. Dudo cuál es el mando de la tele de tu casa. Me quedo en la puerta porque no sé por qué ventana puedo colarme, y porque siempre bajas las persianas. Te interesará saber que ya he soñado contigo, y he leído un artículo que se titula 'Cuando la obsesión se convierte en enfermedad'. He pensado probarme camisas de fuerza o hacérmela a medida. Me la romperías seguro, tú y yo lo sabemos.

Tú además ya sabes mi historia con los huevos fritos. Espero enseñarte algún día cuál es mi foto preferida de cuando era pequeño. Y si te metes por callejones sin salida te sigo corriendo. Si te tiras por un puente voy detrás, seguro que contigo se puede volar.

Ahora, a solas, imito tu risa. Te oigo reír. Parezco tonto, y es que me quedo embobado, atolondrado, sin nada en la mente. Y soy capaz de reproducir el perfil de tu cara en mi cabeza. Sé colorear entonces el dibujo con el sabor de tu boca, la textura de los labios, el tacto de tu pelo, la profundidad de tus ojos. Me penetra. Y no duele no verte, ahoga. Es como que me eches colonia en los ojos, que, si es tuya, no rabio tanto. Enciendo la calefacción, que tú no sabes, y ardamos.

Tú me llevas.

Y alguien consiguió convertir al tirano en flan.


Horas más tarde de que se hiciera esta foto te conocería, pero todavía no lo sabía. Mira qué feliz estaba ya.