Y es que ya han vuelto. A lo lejos se ve cómo se acercan los fríos días de invierno y echando la vista atrás uno ve que fue feliz. Hoy está solo, hoy no hay magia. Que putas ganas de llorar aun teniendo todo lo que deseé en la vida y es que, reconócelo, lo querías. Pide un deseo y apaga las velas, y siempre el mismo deseo, hecho ahora realidad, y nos está haciendo muertos.
Con el paso de los años sigues encerrado en el mismo sitio. Sigues enamorado de una vida que estás a punto de conquistar pero que no llega a quedarse contigo. Qué queda del niño que se levantó una mañana y saboreó el compromiso fiel a uno mismo, a querer ser la persona que había descubierto ser. Me estoy muriendo de no poder amar de la manera que me gustaría a la persona que decidió compartir su vida con la mía.
Amona, reza por mí, por el examen de mañana, y porque la vida vuelva a tener color.

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